Gracias a la Vida.
Hoy es mi segundo (tercer) año de mamá.
Y sólo me queda agradecer la vida.
Hoy me levanté sensible. No por la fecha, si no porque sobreviví al parto.
Algo que sólo compartí con mi familia fue le momento en que morí durante mi cesarea de emergencia.
Después de conocer a Christopher, voltee y le dije como pude a mi doula Elsa Peralta.
“Mi corazón está mal.”
Y me fui a mi momento más significativo para renacer.
Fue largo, fue tranquilo y me rendí. sin miedo.
Fue el momento más honesto y humilde de mi vida.
Es verdad lo que dicen de la luz. Es verdad lo que dicen de la voz.
Pero me dieron a elegir.
- “¿Por quién te quedas?”-
Y en un momento de vergüenza y confusión, iba a decir por el éxito, y ahí sentí como todo mi teatro caía y con humildad y con ganas de despertar dije - Por mi familia-
Sí. suena cursi. Y ha sido el momento más revelador de mi vida.
Quizá, este día amanencí recordando el sentimiento de conmoción de estar viva. Que me duró los primeros días después del parto al poder llegar a casa.
Hoy, mi bebé me despertó con sus besitos buscando mi mirada y diciendo el típico “ahm ahm” de la mañana para desayunar.
Lo amo.
Estoy viva y recuerdo todos los momentos en los que me ha hecho madurar en tan poco tiempo. Y reír a carcajada con sus ocurrencias.
Ya casi son 13 kilos de amor.
Y me encanta estar viva para conocerlo.
Estoy muy feliz de ser madre.
Es el amor más grande que siento, y espero que siempre me pueda regresar.
Sólo me queda amar.
En colaboración para Vive Mayor, les comparto su última entrada para el Día del día de las Madres.