Un niño saludable como tú.
Querido hijo:
Hoy haz cumplido ya año y ocho meses.
Tu personalidad cada día es más impetuosa.
Demandante, potente, independiente y curioso.
Dices -nein, nein nein- cuándo algo no te gusta;
y a veces, para delatar cuando vas a hacer una travesura.
Te sirves agua, y agarras las cosas sin pedirlo.
De repente regreso del baño y estás arriba de la mesa, la silla, el escusado….
Riegas las plantas y saludas a tu alcancía de perro….
Se que tener un hijo saludable como tu, significa correr mucho.
Que escalarás los muebles y aprenderas a brincar en las almohadas.
Un hijo saludable como tú, grita y corre, destruye por curiosidad, ríe a carcajadas en medio de la nada y sobre todo enseña.
Un hijo saludable como tu me ha recuperado años -apesar del cansancio- cuando rejuvenezco al jugar y jugar atrapadas detrás de ti.
Cuando controlo mi furia -o mi verguenza- cuando haces un berrinche.
Cuando busco maneras de ser niña otra vez y mostrarte juegos divertidos.
un hijo saludable como tu, me pone al límite. Me regresa a mí para exigirme más stamina, más salud y más creatividad.
Sé que eres el hijo que necesitaba en mi vida.
Y entiendo que para muchos eres demasiado.
Porque lo sé. Eres un niño sano y natural.