ABORTO. Por que es importante hablarlo para traer paz y normalidad.
Silencio. Muchas nos quedamos inmutadas después de las pérdidas, de los acontecimientos atroces, o simplemente no reconocemos la paz que sentimos. Algunas no pueden mencionar el acto de abortar.
¿Callar o no callar ?, en el libro “Interrupción” de Sanda Vizzavona, la abogada y escritora francesa, retoma una veintena de relatos que nos hacen cuestionar el seguir guardando silencio por temor a ser juzgadas por tomar una decisión que trajo paz y solución.
¿Porqué es importante hablar del aborto? Porque sucede en clandestinidad o no, pero sucede.
En el último año, el tema del aborto ha sido retomado en los temas de política y sectores de salud. Mientras que en America Látina se lucha por la despenalización del aborto y el reconocimiento de este derecho, en Estados Unidos, exactamente en Mississippi, consideran retroceder el acceso al aborto en 20 estados del País.
Dejando atrás los temas legales, quienes han decidido recurrir a esta técnica. Muchas veces deciden callar por temor a ser juzgadas. Si consideramos que el silencio es una forma de violencia psicológica ¿cuáles son las consecuencias psicosociales del silencio como método de coerción después una acontecimiento significativo como lo es el aborto?
Dolores de cabeza, culpa, verguenza, irritabilidad, depresión, miedo, nostalgía, paz.
En esta entrevista exclusiva Sanda Vizzavona nos cuenta el porqué se cansó de guardar silencio y cómo intentó con este libro, transgredir la verguenza y la culpa ayudando a las mujeres que decidieron compartir sus historias porque necesitaban sanar; incluso si esto signficaba anteponerse a su propia historia de aborto a sus 16 años y a sus padres, ya que fue hecho sin su consentimiento y pidiendole callar “el secreto”.
La entrevista comienza por videollamada.
Vamos a partir de lo más evidente
- ¿Por qué el aborto sigue siedo un tabú en 2022?
-Creo que el aborto es un tabú por varias razones. La primera razón es que de manera general todo lo que aborde el cuerpo femenino es tabú, así como el aborto, el Aborto espontáneo, la menstruación. Pienso que es un tabú porque es un tema ligado al cuerpo de la mujer, y precisamente aborda la sexualidad de la mujer. Por definición el aborto es un rechazo a la maternidad y también es la expresión de una sexualidad desconectada a la maternidad, es decir una sexualidad libre consciente del placer y por eso mismo creo que es otra razón por la que el aborto es un tema tabú.
Y esto es justo lo que planteabamos antes de iniciar la entrevista, le comento a Vizzavona que el salir de los patrones establecidos nos trae consecuencias. ¿Es por esta exigencia social que las mujeres no quieren contarlo?
-¿Por qué las mujeres no quieren contar sus abortos incluso entre nosotras?
-Sí existe una doble estigmatización. De hecho las mujeres no quieren hablar porque pienso que es el peso de la sociedad que las ha obligado a estar en silencio. En mi caso algo que me marcó particularmente cuando escribí el libro fue cuando comencé a buscar a mujeres para recopilar testimonios y recurrí a las personas cercanas como a mi familia y a mis amigos para preguntar si conocían a alguien que hubiera abortado y que me pudiesen contar su historia y casi todo el tiempo las personas me respondìan con pena que sí conocían a alguien pero me decían que les tenían que preguntar primero, o que era un tema duro y me di cuenta que nosotras mismas cuestionamos el deseo de las mujeres para hablar y decidimos por ellas que no quieren hablar. A tal punto que la sociedad decide que no queremos hablar y que existe el mandato al silencio porque está el miedo a incomodar. Nos convencemos de que es nos estamos tomando una foto y que somos responsables de lo que pasó y después viene la culpa. Todo eso contribuye a que las mujeres no hablen y sigan con este sentimiento de culpabilidad. Es una cadena que no se detendrá nunca y fue una de las razones por la que quise publicar el libro porque pienso que en lo casos de las mujeres que lo hemos experimentado existe hoy en día un poco de responsabilidad y debemos forzarnos a hablar de nuestros abortos. Es algo que implica mucho coraje que nosotras las mujeres nos atrevemos a decir, sí aborté y no hay ningún problema. Aún hay mucho trabajo por hacer.
Y es lo que quiero que hagamos al reivindicar espacios en el que podamos hablar sin juzgarnos, entendiendo nuestras circunstancias, sociales, emocionales, económicas e incluso de maltrato al que nos expone tomar esta decisión.
En este libro Sandra no sólo platicó con contemporaneas y mujeres más jóvenes que ella. Decidió también afrontar la brecha generacional y entrevistar a abuelas y madres mayores. ¿Cómo era en esa época?
-Retomando la entrevista, quiero empatizar con ella, porque se expone en este libro,
Hay muy pocas entrevistas contigo en español, y pocos se han acercado a preguntarte personalmente ¿Cómo estás? Y yo quiero escucharte ¿Cómo fue para ti retomar tu propia historia y reconstruirla con tu narrativa en este libro? En realidad la pregunta es:
-¿Cómo te sentiste en el proceso de desarrollar el libro y sacarlo a la luz. Qué sentimiento prevaleció después de haber roto tu silencio?
Es una pregunta complicada. Hay muchos sentimientos encontrados en este trabajo. Y yo tenía el deseo de escribir este libro porque me permitió hacer las paces con el aborto que había experimentado cuando tenía dieciséis años y me quedaba aún mucho trabajo por hacer. Es un trabajo personal, como si fuera un trabajo psicoanalítico y eso me permitió hablar con mis padres. Familiarmente fue importante para todo el mundo. Después yo decidí hablarlo de forma pública porque este trabajo fue muy profundo y largo que la cuestión del aborto ya que para mí fue un despertar de la consciencia feminista que aborda otros temas más alla del aborto. Me di cuenta que hubo muchas mujeres a las que escuché que sufrieron violencia obstétrica por el personal de la salud de Francia. Después de las entrevistas me di cuenta que es un deber frágil y si tuviera que describir un sólo sentimiento durante el proceso de trabajo para mi es el enojo de que estas mujeres fueron violentadas al momento de su procedimiento.
-Justo esto. ¿ Por qué hablar naturalmente del aborto cura en lo personal?
-Es cruzar el sentimiento de culpa y superar la vergüenza que uno pueda sentir y es que verdaderamente se impidió que la sesión de este derecho y el ejercicio se pusiera en el juicio de la sociedad y al hablar de ello es un gesto de libertad.
-Antes de despedirnos me gustaría saber ¿Estás trabajando en otro libro y de ser así nos podría contar un poco de él?
-Sí comencé a escribir un nuevo libro. Es una novela de ficción y trata nuevamente historias de mujeres, así como de la infancia, la transmisión y la afiliación.
Me despido diciéndole que el cierre de su libro fue lo que más me hizo sentir identificada: el como a pesar de que ama a su hija y su vida de madre, eso no le impide extrañar la mujer que era antes de esta etapa.
También, le agradezco el que haya dado voz a estas historias que penamos, porque me hace recordar mi propia historia de aborto espontáneo, entre nervios me permito comentárselo en la entrevista, aún con pena, pero con un nuevo sentimiento de normalidad, y me comprometo con ella y públicamente a seguir abriendo espacios para sanar estas verguenzas, porque creo sinceramente que el silencio es el castigo que nos autoimponemos y que para sanar hay que empezar a develar secretos para crear comunidad.
Gracias a Mariana Avilés de Editorial Planeta por ser puente de entrevista, a Olivia por ser nuestra intérprete, a Irma Santoni por traducir la entrevista al español y a Sandra Vizzavona por tomarnos en cuenta para su gira de entrevistas.
Escucha la entrevista y los testimonios recopilados en nuestra comunidad aquí.
Consigue el libro de Sanda Vizzavona aquí.
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