Ni siquiera es hoy.

Es muy fácil perderme.

Me quitas los anclajes de la estructura y mi vida se va a la deriva pensando en el quién soy.

Es tan sencillo deprimirme sin la estructura de los horarios y los deberes y quehaceres.

Son vacaciones, mi hijo conmigo y sin escuela, ¿qué debo hacer'?

Me levanto tarde,

Tengo pocos propósitos y mi pantalón comienza a apretar.

Estoy en pijama, recién levantada

pensando en el ¿qué hago hoy?

y es ahí, en las greñas, los juguetes tirados,

el hambre al desayunar y la confunsión

que me doy cuenta de lo perdida que estoy.

Estoy perdida en mi propio hogar.

Y no se como salir de el sin romperlo.


Quizá deba romperme un poco más antes para poder salir.

SOLILOQUIOSMARIELA SANTONIsoliloquio